Deleter Taller

Este pizarrón colectivo nos convoca a hacer de esta aventura una comunidad interactiva. Poesía y Narrativa; Narrativa y Poesía, sin tiempo ni lugar.

miércoles, agosto 16, 2006

TIEMBLEN!!!!

Hola Talleristas,

Ya regresé. Se cierran los plazos. ¿Vamos entregando y ponièndonos al día, con "todo"?
Un abrazo

Carola

1 Comments:

Blogger Denise Fresard said...

Una reflexión

Sobre mi escritura y el Quijote de América. Y que no se confunda a Cervantes con su héroe.


Para ser honesta, si leyera Fausto con el sentido de ser capaz de crear un “mundo”, creo que debiera poder leerlo en alemán. Por eso preferí el Quijote, que es en español, y que además es raíz y origen de la lengua que se esparció por América cuando la Conquista. Yo diría también, sin haber leído Fausto, que El Quijote ha de ser menos fatal y mas picaresco y divertido, considerando que Goethe encarna y representa el Romanticismo (y es alemán), por lo que me resulta mas atractivo Cervantes.
Aun no termino la lectura, pero vaya esto a modo de reflexión sobre mi escritura y tu comentario en esta parte del taller.
Tienes razón, me cuesta fantasear sin teorizar, creo que quizás es inevitable mientras no deje de ser tan racional... Pero me gusta que te guste el ensayo, la crónica que escribo, me divierte mucho teorizar, construir ideas y sostenerlas, probar mi propia consecuencia y mi capacidad de crear relaciones y redes, nuevos significados, nuevas visiones. Hasta antes del taller no lo sabía, pero creo que esa manera de escribir me deja más conforme, como si me hiciera sentir que hay algo terminado, al menos una idea. Y de seguro me cuesta menos que la narrativa que siempre me resulta inconclusa, o la poesía que quisiera que cobrara mayor fuerza semántica.
El taller me ha ayudado a reconocer cierta comodidad en un tipo de lenguaje que no había descubierto y que sin embargo está mas cerca de mi actual trabajo.
El Quijote, en este sentido, creo que es un gran aporte, no sólo porque pone a prueba mi “constancia”, que parece fallar, si no porque está escrito también como una gran teoría antropológica.
En esta obra está descrito el hombre, las clases sociales, las costumbres, los deberes, los vicios y las virtudes en una particular forma de organización social, que da paso a la creación de un “mundo”. Están trazadas en ella; la organización de las clases, la moral cotidiana, la religión, el ejercicio del poder, el amor y el sexo, el trabajo, los ideales, hasta los sueños o las pretensiones. He allí la construcción de una idiosincrasia; me atrevo a llamarla ideología: un modelo de la organización social, con sus normas y sus excepciones, fundadas en un régimen moral bien establecido que se permite la ironía, la poesía y el desvarío; con el pillo, el sabio, el loco y cierta candidez en la manera docta y formal.
Yo diría que aquel héroe y la moral que encarna el narrador, es semilla que germinó en estas tierras; que echó raíz en América como en un juego de espejos y que hay en esta doble identidad, un mensaje de libertad y rebeldía, un ideal caballeresco que trajo la conquista y permaneció con la lengua, opacado talvez por la influencia de la Iglesia.
Así también, es una pena que no haya un personaje que encarne un carácter femenino verdaderamente fuerte y peculiar. Sin embargo eso resulta conforme con cierta discriminación de género tan característica de nuestro continente. Es más, yo diría que dentro de nuestro ser latinoamericano es la influencia indígena y africana la que otorga este “carácter” propiamente a lo femenino, La Pachamama, un “carácter” que cobra un sentido distinto y original, no sólo en relación a lo masculino, como es el caso de Dulcinea o Marcela la pastora. En El Quijote, el énfasis está puesto en El Hombre y en cierto mesianismo existencial cómo una característica de lo masculino.
La Mujer es parte del paisaje y a tal punto más ideal que concreta, que me atrevo a dudar de la inclinación sexual de Cervantes.
¿Qué se sabe al respecto?

9:14 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home