Ejercicio 3 - Poesía
LA LÍRICA
¿Un deseo que fluye irrefrenable?
¿La necesidad de hablar con dios?
¿Un síntoma de desadaptación?
¿Un modo ritmado de expresar a través de imágenes una sensación o sentimiento?
¿Un detalle lúdico de nuestro sistema neuronal?
¿Una forma de expresar el mundo por medio de un espíritu exaltado?
¿Una voz neurótica e insaciable?
Veamos el poema que Denise citó en un ejercicio anterior: De Gustavo Adolfo Bécquer, con ustedes … Charan!!!
¿Qué es poesía?
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? Y tú me lo preguntas,
poesía eres tú.
Lo escribo de memoria, la cita no es absolutamente confiable, pero veamos qué quiere decir EL DULZÓN de Bécquer.
Es él quien responde y ella quien, aparentemente, pregunta. La pregunta la hace mirándolo directamente a los ojos. Los de él no sabemos, pero los de ella son azules (muy del gusto romántico, por cierto). No satisfecha con preguntar una vez, reitera: ¿qué es poesía? Deduzco que la pregunta va dirigida a él puesto que él sería la persona adecuada para responder a la interrogante, como le preguntamos a un médico qué es el recto o a un mecánico qué es el carburador. La expresión “ ¡Y tú me lo preguntas!” es irónica, por lo tanto, pues manifiesta el juego de ensalzamiento mutuo, y siendo ella la “poesía” misma, es más que él. Y sentencia respondiéndole, con el énfasis de una declaración amorosa, extasiada: poesía eres tú.
Como verán, hacer análisis poéticos es necesariamente a-poético.
El gesto de trasladar el lenguaje poético a un lenguaje lógico es horrible. Como vivir en el palacio de Arturo, en Camelot, y ser mozo de cuadra.
¿Por qué?
La poesía es, quizás, la trama más misteriosa que ha tejido el universo. Y quién quiera mirarla con los ojos de este mundo se convierte en un monstruo. Podemos remontarnos a la mitología, a Perseo derrotando a la Medusa con un artificio raro: le muestra su propia imagen en un espejo.
Tenemos algunas claves. cada una(o) de ustedes sabe íntimamente qué es aquello a lo que llama con timidez “poesía”, pero difícilmente podrían explicárselo a alguien. En cambio de cuentos y novelas podemos hablar, y podemos hablar de ello porque nos referimos al “argumento”. La poesía no puede reducirse a argumento. Es forma y fondo.
¿Han tratado de despegar una fotografía de un álbum viejo? El papel del álbum, como si se negara a quedarse sin ella, retiene parte de su materia. Tirando con dificultad del papel fotográfico lo que nos queda es un fragmento de foto.
“Cada uno está solo en el corazón de la tierra traspasado por un rayo de luz
y enseguida anochece”.
Este poema podría ser argumental, podemos hablar de lo que dice:
Hagamos el intento:
Se refiere a que el ser humano vive en soledad, con la conciencia de ser el centro del mundo, con la impresión de recibir toda la gracia del sol y la luz para sí mismo, pero el destino humano es morir y la esencia de la vida ser breve.
¿Dije lo mismo? El contenido puede más o menos coincidir, pero la forma en que el poeta italiano lo dice nos conmueve de un modo muy distinto a cómo nos conmueve el texto explicativo escrito por mí. ¿Por qué?
Porque el primer texto es poético y el segundo filosófico. Es decir, el primero apela a tanto a nuestras sensaciones como a nuestro entendimiento. El segundo apela sólo a nuestro entendimiento.
Noten que en el poema se produce un cambio de ritmo:
1) Hay un continuo notable:
CADAUNOESTÁSOLOENELCORAZONDELATIERRATRASPASADOPORUNRAYODELUZ
2) Y un descenso trágico:
YENSEGUIDAANOCHECE
Noten, además, que la primera oración termina en ritmo ascendente: LUZ,
mientras la segunda lo hace con ritmo descendente … CE.
Noten también que:
El sujeto de la primera oración es CADA UNO (es decir nosotros, la especie, el ser humano, el homo sapiens, la raza superior), en cambio el sujeto de la segunda oración es ambiguo:
a) Puede referirse a cada uno, es decir, al sujeto: Cada uno … ANOCHECE, pero anochecer es un verbo justamente impersonal, de manera que también puede
b) El sujeto ser impersonal: Simplemente ANOCHECE y esto devela la oposición entre la idea de centro, como “ego” y la idea de algo superior, ajeno, el deus ex machina de los griegos que finalmente determina el destino de CADA UNO.
Vimos el sujeto, ahora veamos los verbos:
a) ESTÁ: El sujeto no posee una condición permanente. Es un verbo que revela, en el contexto, existencialidad, límite, brevedad, fugacidad. Estar es un verbo que exige un qué, se está resfriado, feliz. Aquí es ESTÁ TRASPASADO. ¿Superado? ¿trascendido? Se traspasa aquello que es inmaterial. O debe violentarse la materia para traspasarla. El sujeto que es TRASPASADO es un sujeto pasivo.
El adverbio ENSEGUIDA que une las dos oraciones completa esa idea de brevedad.
b) ANOCHECE: Advertimos también la oposición entre LUZ y ANOCHECE. La referencia a LUZ como aquello que traspasa el corazón de CADA UNO le da una connotación vital al término. Y también espiritual. La imagen evoca a esos rayos pintados por Miguel Ángel en la Sixtina, a las representaciones del espíritu divino manifestado en un haz brillante que llega desde lo alto. De manera que ANOCHECE estaría puesto en oposición a vitalidad. Como muerte, no sólo del cuerpo, por lo tanto.
Notemos, por último que
EN EL CORAZÓN DE LA TIERRA parece referirse a CENTRO. Cada uno es, por lo tanto, central, pero breve. Pero central como idea de sí mismo, puesto que se está solo o no hay un orden de comunidad.
Ahora veamos cómo queda este pobre poema destrozado:
CADA UNO (individualmente) ESTÁ (fugacidad) SOLO (esta verdad es la que más duele, reitera la idea de individualidad) EN EL CORAZÓN DE LA TIERRA (como percepción de sí mismo) TRASPASADO (superado) POR UN RAYO DE LUZ (vivo, vital, iluminado, que reafirma la idea de centro, cada uno es la luz central en medio de un universo deshabitado)
Y ENSEGUIDA (acto seguido, inmediato) ANOCHECE (se muere, se apaga, se acaba).
Y la voz del hablante es una voz segura, sentenciosa, pero fatalista que describe sin intención de barroquismo ni adorno ninguno la condición de fugacidad del ser, que más allá de sus pretensiones es un sujeto paciente determinado por un destino que lo traspasa y lo extingue.
Conclusión o Moraleja (desenreda la madeja)
He necesitado varias páginas para expresar (uso este término con toda intención, no es lo mismo decir) lo que Salvatore Quasimodo expresa en dos líneas. Por lo tanto, la virtud poética reside en la síntesis de la ideas por medio de imágenes poéticas que concentran la fuerza, el vigor y el sentido que esas ideas pueden tener pero van dirigidas no sólo a la comprensión sino a la emoción de quién lee. depende del estilo o el movimiento a que pertenezca el autor, las imágenes son de un tipo o de otro, pero siempre propenden al mismo objetivo: emocionar.
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