Deleter Taller

Este pizarrón colectivo nos convoca a hacer de esta aventura una comunidad interactiva. Poesía y Narrativa; Narrativa y Poesía, sin tiempo ni lugar.

domingo, junio 25, 2006

Ejercicio V

Amigas y amigos en el éter,


Les escribo con una extraña sensación en el alma, pero también en el cuerpo, ciertamente, porque el invierno se anunció en mi territorio de una manera extraña: el día 20 de junio se borraron completamente mis archivos de esta máquina y mi trabajo de 3 años se esfumó. Forma parte de esa nada que perseguimos, y que ya no será posible volver a atrapar. Un golpe de vacío.

Así las cosas, me encuentro en la necesidad de pedirles que reenvíen sus trabajos anteriores, ojala con los comentarios, si los tienen a mano. En el caso de Mauro, en particular, necesito que me hagas llegar los cuentos otra vez.
Si alguno conserva el Programa General, la Guía Uno, y el Ejercicio Uno, agradeceré que me los manden. Lo demás lo puedo copiar del blog. Un ejercicio de reconstrucción.

Ahora, pasemos a lo que viene, y que también es una segunda versión, pues estaba lista para hacérselas llegar y se fue, de la mano de lo demás.

Estamos en un punto sustantivo del trabajo propuesto. Hasta aquí hemos trabajado juntos, con los mismos ejercicios y a la luz de ciertos objetivos comunes. Julio será el mes de las lecturas. Después de recibidos los trabajos del último ejercicio y hechos los comentarios, nos abocaremos a leer, arduamente, hasta agosto (primera semana), fecha en que deberá ser entregado un informe de lectura, de acuerdo con las siguientes propuestas:

Mauricio: Sostiene Pereira, de Antonio Tabucchi.
Carina: Crimen y Castigo, de Fiodor Dostoievski
Victoria: Un corazón simple. Gustave Flaubert
Denise: Espero propuesta de novela breve, para lectura sincrónica.
Miguel Ángel: Selección de Poesía (Te la haré llegar)
Carmen Gloria: Rimbaud. Todo lo que esté a la mano.
Paty: Selección de Cuentos (Te la haré llegar).
Ana María: Por determinar

Como habrán observado, en este punto quedamos sólo unos(as) cuantos(as) gladiadores(as). Y, coincidentemente, casi los mismos que ya nos conocíamos y habíamos coincidido en una mesa con hojas en la mano y lecturas y observaciones compartidas.
El trabajo del taller ha sido difícil hasta aquí. El nivel de creación, exigente. Con los que quedaron en el camino o tomaron otros rumbos, nos reencontraremos.

“Nada se pierde, dulce ser. Nada se pierde, nunca”. Me digo, con el consuelo sustantivo de estos versos de Durrell.

A partir del informe de lectura cada uno(a) de ustedes trabajará según pautas específicas y siguiendo el desarrollo individual que han tenido iré acompañando las líneas que ustedes mismos(as) determinen. Es decir, a partir de la segunda semana de agosto, retomaremos la creación.

Sin embargo, debo reforzar la necesidad de un intercambio permanente entre nosotros(as) y el blog es un buen espacio que, no ha sido bien utilizado. En esto tenemos mala nota y debemos asumirlo. Desde esa fecha, todos los trabajos que reciba los publicaré en el blog, de manera que cada uno(a) de ustedes pueda hacer y recibir comentarios de todos(as) los(as) demás. Y esto, no sólo es conveniente, sino indispensable.

Los(as) que tengan dificultades para manejar ese espacio particular llamado blog, deben avisar y/o implementarlo.

Cuando reciban este correo, tómense unos días y realicen una reflexión inventaria, un recuento de lo que ha pasado en estos meses en ustedes y en sus obras. Espero recibirlo antes de agosto con el título REFLEXIÓN.

Por razones obvias, la lista de los TOP no la puedo hacer llegar todavía. Y quizá no sea importante.

Les mando un abrazo, agradeciéndoles, hasta aquí lo que he me han enseñado con la actitud, el esfuerzo, la inspiración y los textos.

Carola

viernes, junio 16, 2006

Del ejercicio IV

He querido publicarlo ya que he recibido un comentario muy alentador de este pequeño texto y porque me gustaría ver también los textos vuestros.
La Crónica de Meneses la he tomado como excusa para representar lo incondicional que puede ser la poesía para manifestarse, la fuerza que puede cobrar esta pulsión para salvar cualquier obstáculo que el destino le otorgue y cómo el hombre no es mas que un instrumento de un entramado histórico y universal que se manifiesta en cada poeta, en cada discurso, en cada palabra, generando la realidad.
Es mi opinión.

CRÓNICA

Esta es la historia de Daniel Meneses, poeta chileno nacido en Choapa en 1855. Desde pequeño y alentado por los cánticos que entonaban los mineros sintió gran interés en la poesía, componiendo desde entonces cantos y relatando historias. Para poder dar curso a la poesía que en él se manifestaba con tal fuerza, se dio maña para que un vecino le enseñara a leer, este le enseñó cuatro hojas de la Biblia. Con esto y a fuerza de no contar con un silabario, el poeta Meneses tardó igualmente siete años en aprender la escritura. Durante los acontecimientos ocurridos con motivo de la guerra y encontrándose Meneses, en 1883 tocando el guitarrón en una cantina, una bala perdida le atravesó el cuello alojándose en su médula espinal, lo que le significó permanecer tres años en el Hospital de la Serena, absolutamente baldado de sus pies y manos. Después de ese tiempo, Meneses fue trasladado a Valparaíso donde permaneció un año más sin encontrar recuperación. Más tarde fue llevado por su mujer a Santiago, al Hospital San José, donde después de cuatro duros años de rehabilitación, pudo por fin dar alguna movilidad a sus dedos y sin saber hacer otra cosa, se dedicó por entero a la versificación a la que desde la niñez se sentía atraído. Cobró fama escribiendo a lo divino y a lo profano y sus publicaciones se agotaban rápidamente. Durante toda la contienda civil del 91 siguió escribiendo poesía de asuntos varios y cantó a la guerra que ensangrentaba Chile. De sus composiciones que relataban el triunfo del bando revolucionario se hicieron 30 mil ejemplares agotándose enseguida. Usó el seudónimo de Rosa Araneda, su mujer, en sus cinco primeros libros y a partir de 1895 toda la producción de Meneses lleva su nombre.
En 1897 publicó un periódico con el nombre de Judas Iscariote, con el fin de defender los intereses obreros.
Meneses murió como un poeta.


Fragmento de un poema de Meneses.

“Las señas de mi querida”

“Es de sonrisa halagüeña
que ya no hay comparación,
de un humilde corazón
la que se dice mi dueña;
es dura como una peña
o mas bien un pedernal;
ni el mas fragante rosal
se iguala a ella, se indica,
porque tiene desde chica
los labios como un coral”

viernes, junio 02, 2006


La Carola... que todos conocemos.